miércoles, 5 de diciembre de 2012
Un cuento con suerte
Un día cualquiera del mes de mayo Jimena sale de su casa para dar un paseo por la ciudad de Venecia. Al salir, mira la casa de al lado y se encuentra con que el cartel de "Se vende" ya no está. Se pregunta quién será su nuevo vecino e imagina a un chico apuesto cogiendo las cartas del buzón. Se sonríe y emprende su camino. Un escaparate por aquí, una góndola por allá y de pronto para en una cafetería a tomarse un café. Asomada a la ventana, observa a la gente pasar. Coge el café entre sus manos y mira al frente. Allí sentado, un chico moreno de ojos oscuros la mira. Él sonríe, ella también. El chico coge su ordenador y se va despidiéndose con una nueva sonrisa. Ella le observa hasta que desaparece y mira el reloj, era la hora de volver a casa. De camino, el chico del café no paraba de rondar por su mente. Coge las llaves del bolso y escucha un extraño bullicio que venía de su calle. Enfrente de su casa vecina había un gran camión aparcado. Mientras sube las escaleras el chico del café, con una caja en los brazos, le sonríe. Ella le devuelve una sonrisa nerviosa y entra en casa. Se apoya en la puerta y una nueva ilusión ya le ha invadido, no parará hasta conseguirlo.
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