martes, 11 de diciembre de 2012

Carta de amor improvisado

Hace un rato se ha acercado a mí preguntándome si me acordaba de usted. La verdad, me extrañaba su continua mirada, aunque he de reconocer que yo tampoco paraba de observarle. Algo en usted me llamaba la atención, me atraía, pero en cuanto me ha confundido con otra persona, mis ilusiones por conocerle han caído. No venía por mi, sino por quien le recordaba.
Al igual que en el tren en el que estamos montados, este viaje llega a su fin. Esta no era mi parada, ni este era su final feliz.
Hasta siempre señor X.

La chica del tren.

1 comentario: